«El secreto est\u00e1 en las ganas»

Seguro que habéis oído alguna vez eso de «la ilusión mueve el mundo». ¿Acaso hay algo más cierto? Hablando en serio, ¿qué sentido tiene todo (o nada) si no nos emocionamos, si no sentimos, si no vivimos?

«La ilusión es vida, es logro, es decepción, es amor, es inspiración es tristeza, es esperanza, es todo…» Porque la utopía, nos sirve para caminar, porque si no tenemos nada hacia lo que dirigirnos, por lo que ponernos de pie o derrumbarnos del todo, si no tenemos algo con lo que emocionarnos o con lo que caer destrozados… realmente no estaríamos viviendo. Tener una ilusión ( o muchas), entonces, «iluminará tu vida», porque como se suele decir «la vida no tiene sentido, se lo damos nosotros con lo que hacemos, con lo que nos apasionemos, con nuestras ilusiones».

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Y nunca es tarde para seguir emocionándonos, para seguir creyendo, para seguir viviendo porque «la edad arruga la piel, pero renunciar al entusiasmo arruga el alma» y me parece que esto mismo es lo que ha debido pensar Beth Roberts, pues me he sorprendido y me he emocionado a la vez al leer como esta semana, esta entrañable mujer de Idaho ha saltado en paracaídas para celebrar su cumpleaños número 90. Esta estadounidense realizó un descenso en caída libre desde, nada más y nada menos que unos 4.800, durante el que no paró de sonreír en todo momento. Su familia estaba en tierra firme, donde afirmó que lo había pasado genial y que esperaba repetir a los 95. Olé por ella. (Aquí se puede ver el vídeo).

Y mientras tanto, el alpinista abulense Carlos Soria, con 77 años, se adjudicaba el Annapurna, de 8091 metros, su plan es conquistar las 14 montañas más elevadas del planeta y sólo le faltan la cima principal del Shisha Pangma y el Dhaulagiri. Este último era su ochomil número doce. Es también el único alpinista que ha escalado diez ‘ochomiles’ tras cumplir los 60.

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Él no escala «para acumular récords», lo hace porque lo lleva dentro, porque es lo que siempre quiso ser, de forma irremisible. Lo hace, al fin y al cabo, porque le emociona, porque le ilusiona, porque le da vida.

Porque el tiempo vuela, pero recordad que «nosotros somos los pilotos». Y porque siempre, siempre, siempre…

«El secreto está en las ganas, campeones«.

Laura.

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